
Dormir en Grecia se puede convertir en una agradable y entrañable experiencia. Si te gusta disfrutar de las tradiciones locales y de los lugares únicos y con encanto, dormir en una pensión familiar es una muy buena opción. Los dueños de estas pensiones son muy amigables y el trato será mucho más directo que en los grandes hoteles.
Si queremos una estancia de lujo, alquilar una villa es una espléndida idea. Suelen estar cerca de la playa y tienen unas vistas increíbles.
Cabe destacar que la mayoría de hoteles en Grecia, sobre todo en las islas, tienen a ser bastante sencillos, con habitaciones pequeñas pero equipadas. Si buscamos un alojamiento más exclusivo, lo encontraremos en las ciudades más importantes, como Atenas, Tesalónica o Heraklion.
Si vamos a la aventura, podemos dirigirnos a cualquier oficina de turismo donde nos aconsejarán sobre los mejores hoteles de la zona. Si viajamos en ferry, en los puertos podemos encontrar también algunas personas ofreciendo habitaciones a buen precio, e incluso podemos regatear.
Debido a la animada vida nocturna de Grecia, las noches en los hoteles más céntricos pueden ser algo ruidosas, así que si se busca tranquilidad, aconsejamos buscar alojamiento en las afueras o en zonas menos habitadas.