Las faldas del Monte Parnaso, acogen uno de los lugares más importantes por su antigüedad e historia: el sitio arqueológico de Delfos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en a987.
El sitio arqueológico de Delfos es una de las reliquias más importantes de Grecia, debido a su influencia en la antigua civilización griega. Muchas decisiones políticas se tomaron consultando el Oráculo, y no se fundaba ninguna colonia en el Mediterráneo sin el consentimiento del santuario de Delfos. Delfos creció, y pasó de ser un pequeño pueblo a convertirse en un gran ejemplo de arquitectura y arte.
En las excavaciones del santuario de Delfos se han descubierto asentamientos que datan de la época neolítica. Sin embargo, la evidencia de la importancia del sitio se remonta a la época micénica (1600-1100 aC). La mayor parte de las ruinas que sobreviven hoy en día son testigos del éxito que tuvo el santuario en el siglo sexto AC, y son testimonio de las diversas influencias culturales que se cernían sobre Delfos durante casi un milenio.
Las funciones del Oráculo de Delfos crecieron a lo largo de los siglos para incluir juegos atléticos, eventos culturales y festivales, el más importante de los cuales fueron los Juegos Píticos que se celebraban cada cuatro años en memoria del asesinato del Dragón Python a manos de Apolo. Para dar cabida a la gratitud que cada ciudad/estado quería expresar, y para todos los asuntos culturales, el santuario evolucionó para incluir mayores complejos del templo, un teatro, un estadio, y una serie de tesoros adornados.
Algunos de los edificios más destacados en las laderas sagradas de Delfos son el Templo de Apolo, el antiguo Teatro, el estadio, el santuario de Atenea Pronaia con el Tholos, la fuente Kastalia, y los tesoros que adornan el camino sagrado. El museo arqueológico contiene numerosos e importantes objetos antiguos griegos procedentes de las excavaciones en Delfos.
El Templo de Apolo
Situado en el centro de las impresionantes ruinas que se intercalan en las laderas del sur del Monte Parnaso, encontramos el templo del Apolo. Se trata de un gran templo de orden dórico, y que creció a través de la intensa historia del lugar, y soportó numerosas encarnaciones antes de convertirse en las ruinas que conocemos hoy en día, y que se remonta al siglo cuarto A. C. El templo de Apolo fue construido alrededor del siglo VII a.C, por los arquitectos Trofonio y Agamedes. Fue reconstruido después de un incendio en el siglo sexto antes de Cristo, y nombrado «Templo del Alcmeónidas» en homenaje a la noble familia ateniense que supervisó su construcción, usando fondos procedentes de toda Grecia y de emperadores extranjeros. Este templo tenía 6 columnas en la parte delantera, y 15 columnas en los flancos, siendo así considerado de orden dórico.
El Templo de Apolo fue destruido el año 373 AC por un terremoto, y reconstruido por tercera vez en el año 330 a. C. por los arquitectos de Corinto Agatón, Spintharos y Xenodoros. Praxias y Androsthenes, escultores atenienses, fueron los encargados de realizar las esculturas que adornaban el frontón del templo. En esta reconstrucción, se utilizaron proporciones similares a las que usó Alcmeónidas, con una perístasis de 6 y 15 columnas.
Las bases del templo sobreviven hoy en día junto con varias columnas dóricas de piedra porosa y piedra caliza, que han favorecido a la rápida descomposición del templo. Muy poco se sabe sobre el acondicionamiento interior del templo.
El Tholos de Delfos
El Tholos es una construcción circular creada entre los años 380 y 360 a.C en el centro del santuario de Atenea Pronaia. Se construyó con 20 columnas dóricas y tiene un diámetro de 14.76 m. El edificio se eleva 13.5 metros en el centro del santuario de Atenea Pronaia, y sus columnas interiores eran de orden corintio.
El Teatro de Delfos
El Teatro de Delfos se construyó en lo alto de la colina sobre el templo de Apolo, y donde la gente se podía sentar y disfrutar de la vista al santuario y al valle. El teatro se erigió en el siglo 4 a.C, hecho de la piedra caliza del Monte Parnaso. El teatro se remodeló varias veces con el paso de los años. Sus 35 filas pueden albergar cerca de cinco mil espectadores que, en tiempos antiguos, disfrutaron de las primeras obras de teatro, lecturas de poesía, eventos musicales y fiestas. Los niveles más bajos de los asientos fueron construidos durante la época helenística y romana.