La gastronomía cretense se caracteriza por ser sana, diversificada y por contener aceite de oliva cuyo consumo se ha convertido en un hecho habitual ya que éste forma parte de casi todas las preparaciones.
Podemos encontrar todo tipo de pescado fresco como dorada, el pez espada, salmonete, el pulpo y los calamares que normalmente se sirven fríos en ensalada o fritos.
Carnes como la ternera, el cerdo, el conejo son generalmente servidos en ragú que consiste en dejar cocer carnes en sus propios jugos durante un tiempo determinado, entre dos y cuatro horas, a baja temperatura. El pollo, el cordero y el cerdo, a menudo se sirven en forma de Kebabs (pita) o en Souvlaki (pincho).
Todos estos platos se suelen acompañar con una buena ensalada, arroz, patatas y/o verduras.
En Creta también encontramos diferentes platos típicos que derivan de los platos griegos como es el caso del tradicional Moussaka.
El queso, la ensalada de frutas frescas y los pasteles pequeños que contienen miel, huevos y la canela, son productos típicos que se toman en los postres después de la comida.
El vino es también una bebida típica de la zona y el café se suele tomar en la zona aunque el que más éxito tiene es el frappé, refrescante en épocas de mucho calor.